Si acabas de comprar una nueva vivienda y esta dispone de suministro de gas natural, enhorabuena, porque dispones de una solución integral para la calefacción, el agua caliente y/ o la cocina.
Además, esta energía es mucho más económica que el resto de fuentes como la electricidad, el propano y el butano. No requiere de ningún espacio de almacenamiento, se conecta la vivienda directamente con la red de distribución mediante una serie de tuberías, por lo que tampoco presenta ningún riesgo para sus consumidores.
Sin embargo, si el domicilio se construyó en antes del 2013, es posible que aún cuente con una caldera de gas tradicional. En este caso, te recomendamos que la sustituyas por una de condensación, a continuación te explicamos los motivos.
Qué es una caldera de condensación
Las calderas de condensación aprovechan el calor que a las calderas tradicionales se les escapaba en forma de humo, para recalentar las tuberías y reducir el consumo eléctrico. Por tanto, al aprovechar tanto el calor de la llama como el humo, consigue una eficiencia energética de hasta el 109 %.
Su instalación proporciona los siguientes beneficios:
- La utilización del humo de la combustión hace que se requiera de menos suministro, reduciendo el consumo de gas natural entre un 15 y un 30%
- Los modelos que cuentan con un sistema de microacumulación evitan el desperdicio de agua, ya que se calienta nada más abrir el grifo
- Son consideradas como los generadores de calefacción más respetuosos con el medioambiente (exceptuando las renovables) porque al consumir menos gas, se reducen las emisiones de gases contaminantes
Todo esto propicio que en el Real Decreto de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) se fijara como obligatorio instalar calderas de condensación a todos aquellos que desearan poner calderas en sus viviendas a partir de 2013.
Cuánto cuesta instalar una caldera de condensación
El coste de las calderas de condensación pasa uso doméstico ronda los 900 y los 2.300 €.
Podemos encontrar a un precio superior con mayor potencia para suministrar calefacción y agua caliente sanitaria a todo un edificio, sin embargo, para una vivienda estándar no suele ser necesario superar los 30 kW de potencia, para suministrar una superficie de 180 metros cuadrados.
A este importe, habría que añadir el precio de la instalación de la caldera, que suele rondar los 400 € incluyendo los siguientes conceptos:
- El desmontaje de la antigua caldera y su retirada a un punto limpio
- La colocación de la nueva caldera de condensación dónde se situaba la anterior
- La conexión con las instalaciones de fontanería, gas y/ electricidad
- La conexión con el termostato y el desagüe
- La instalación de la salida de humos
- La emisión del certificado de instalación de la caldera, que acredita que esta se encuentra en óptimas condiciones para funcionar con seguridad
Por último, cabe destacar que el coste de la instalación puede encarecerse debido a factores como la longitud del tubo de salida de humos o el peso de caldera, que puede requerir la intervención de dos operarios para montarla.